¿Hacia dónde vamos? Esa es la pregunta que se hace hoy el economista Santiago Niño Becerra, que apusta por un escenario en el que todo irá a menos y por unas soluciones que tardarán tiempo en surgir efecto y que pasan por rediseñar la mayoría de los precesos vitales y empresariales que hoy conocemos.
El famoso catedrático de Estructura Económica dibuja un escenario sin demanda de factor trabajo, de rentas decrecientes y pensiones menguantes, de sanidad y educación en retroceso y de subsidios que no pararán de encogerse.
Porque al caer la actividad económica solo sobrevivirá "lo imprescindible", y eso quiere decir que solo podremos salir adelante siendo más productivos, invirtiendo selectivamente y tecnificando los oficios hasta la rutina. Los salarios, por su parte, tendrán que seguir bajando para que la rueda pueda girar sin obstáculos.
Un escenario postglobal
Según escribe Niño Becerra en La Carta de la Bolsa, los sistemas fiscales tendrán que cambiar radicalmente para ganar competividad y garantizar la sostenibilidad. Porque por mucho que crezcan los impuestos, como se está haciendo hasta ahora, nunca serán suficientes para financiar unos gastos que no dejan de crecer.
" En consecuencia, se da la vuelta al razonamiento: reducción de contribuciones fiscales y reducción de servicios prestados", anticipa el economista.
¿Y el empleo? Becerra piensa que lo "superfundamental", tal y como están las cosas, es permanecer a toda costa en el mercado laboral aunque sea perdiendo el 40% de los ingresos. "Si se sale, la dificultad de volver a entrar crece más que proporcionalmente al tiempo que se tarda en volver", sentencia el catedrático.
Esperando que este articulo y la información le sea de utilidad, atentamente
Pablo Paz Peña
Director de
Inversiones Eficaces
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